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Debemos Escudriñar la Biblia

24.03.2014

 

!Cuán dulces son a mi paladar tus palabras!

Más que la miel a mi boca.

(Salmo 119:103)

 

De esta manera describió el salmista la Torah dada por Elohim a los hombres. Efectivamente, la Palabra de Yahweh es un deleite para nuestro espiritu leerla en nuestros momentos de tranquilidad. Pero es todavía mucho más que esto.

 

La Biblia tiene palabras de vida eterna, nos enseña la voluntad del Todopoderoso para nosotros, sus promesas, su pensamiento, su poder, sus maravillas, su grandeza, su carácter, su personalidad, su inmenso amor y misericordia, su justa justicia, su plan para nuestras vidas, su plan de salvación en su Hijo Yeshua, el propósito que tiene para las cosas, etc.. La Biblia es el medio escrito que Elohim nos ha dejado disponible para que cada uno de nosotros podamos conocerlo más íntima y personalmente.

 

Elohim inspiró a sus profetas para dejar constancia escrita por un motivo

Es cierto que todos los que creímos en el Evangelio de salvación y aceptamos a Yeshua tenemos el Espiritu Santo que nos enseña todas las cosas (Ef.1:13), pero si el Eterno dejó la Biblia escrita por sus profetas, los cuales fueron inspirados por Él, fue por un motivo.

Y es que a veces nosotros los seres humanos no sabemos discernir lo que el Espiritu nos quiere mostrar, y necesitamos tener algo que nos muestre claramente lo que nuestro Padre Celestial desea enseñarnos. El Espiritu Santo sólo nos puede enseñar y mostrar todas las cosas con claridad cuando vivimos en Espiritu y en Verdad, de lo contrario, corremos el riesgo de dejarnos llevar por sentimientos y emociones del corazón, el cual es traicionero y por lo tanto no podemos depositar nuestra confianza. (Jer.17:9) Asi que ante cualquier duda, lo mejor es conocer la Palabra escrita de Yahweh, grabarla en nuestra mente y nuestro corazón (Dt.6:6-9), y de esta manera conoceremos y discerniremos con certeza lo que el Espíritu nos quiere mostrar, ya que jamás el Espíritu que inspiró a los profetas nos dirá nada que vaya en contra de la Palabra escrita de Yahweh. (2Pe.1:19-21)

 

Con lo cual, tomemos ejemplo de los bereítas a quienes predicó Pablo. Ellos fueron nobles gentiles que tras oir la Buena Noticia predicada por Pablo se dispusieron a escudriñar las Escrituras para ver si era cierto lo que Pablo les decía. Qué grata predisposición! (Hch.17:11)

 

No nos conformemos con creer lo que nos diga un pastor, no nos conformemos con escuchar lo que nos dicen en cualquier iglesia, no nos conformemos con ver videos que nos expliquen temas biblicos, ni tampoco con leer cosas por internet o libros escritos por personas aunque digan ser cristianas... Más bien, si hacemos todas estas cosas, bien hacemos, porque mostramos interés por aprender más de las Escrituras, pero nunca dejemos de comprobar con las mismisimas Escrituras, si lo que nos enseñan es cierto y verdadero. La Biblia es la única que tiene la verdad absoluta y es la que nos va a confirmar si lo que nos están enseñando o lo que estamos aprendiendo es verdadero, o si por lo contrario son doctrinas humanas torcidas y tergiversadas.

 

Cuidado con esto! Yahweh Elohim en su Santa Palabra nos advierte:

Nadie os engañe con palabras vanas, porque por estas cosas viene la ira de Elohim sobre los hijos de desobediencia. (Ef.5:6,7)

Mi pueblo fue destruido, porque le faltó conocimiento. Por cuanto desechaste el conocimiento, yo te echaré del sacerdocio; y porque olvidaste la ley de tu Elohim, también yo me olvidaré de tus hijos. (Os.4:6)

 

Tomemos buen ejemplo de las personas  reflejadas en las Escrituras

Por lo tanto, tomemos las Escrituras como una antorcha que nos ilumina nuestro camino (Sal.119:105).

Escudriñemos la Santa Palabra de Nuestro Padre buscando Su Sabiduría celestial (Snt.3:17,18).

Seamos imitadores de Pablo, que debatía incansablemente con las Escrituras en la mano. (Hch.17:3)

Deleitemonos en la Palabra de Yahweh Elohim como lo hacía el salmista. (Sal.119:103)

Meditemos en la Palabra de dia y de noche. (Jos.1:8 ; Sal.1:2)

Busquemos con todo el corazón hallar el conocimiento que Yahweh nos quiere transmitir, al igual que Salomón. (Pro.2:1-5)

Escudriñemos la Biblia y verifiquemos que lo que nos dicen es verdadero alumbrandolo todo a la luz de las Escrituras, como hicieron los nobles y humildes bereitas. (Hch.17:11)

Dejemos que las Escrituras nos transformen y hagamos una gran reforma a nuestro alrededor, al igual que Josías. (2Cr.34:19-21,31)

Pongamos toda nuestra atención en las Escrituras y en las profecías, discerniendo con madurez espiritual, como hacía Daniel. (Da.9:2)

Gocémonos al leer las Leyes que nuestro Elohim Creador nos dejó escritas por nuestro bienestar, como hacían Esdras, Nehemias y el pueblo de Israel cuando volvieron del exilio de Babilonia. (Neh.8:6)

Mostremos respeto y reverencia ante la Biblia, al abrirla, al leerla, al estudiarla, como hacia el pueblo de Israel poniendose en pie para escuchar las palabras escritas. (Neh.8:5)

Profundicemos en la Palabra de Yahweh, al igual que el antiguo pueblo de Israel. (Neh.8:13)

Leamos con entendimiento, explicando y aclarando el sentido que revela la misma Palabra de Yahweh y profundicemos, al igual que hacía el antiguo pueblo de Israel. (Neh.8:8,13)

 

Sigamos todos los ejemplos que el Eterno nos ha dejado reflejados en todo su amor, precisamente en Su Palabra escrita para que podamos perfeccionarnos en nuestros errores y ser cada dia más parecidos a Yeshua.

 

Que el Eterno colme de conocimiento celestial a toda aquella persona que lo busca con corazón sincero, contrito y humillado.

¡¡ Amen !!

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