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17 Julio 2014

Una de las tácticas de Satanás para engañar al ser humano (como ya fue mencionado en la anterior entrada) es disfrazar la mentira de verdad. De esta manera, puede influir de manera más fácil en el ser humano para que caiga en las redes de su mentira. Debemos tener mucho cuidado con las tácticas de Satanás (2Corintios 2:11), pues él se disfraza de ángel de luz (2Corintios 11:14)  y hará lo posible por influir en nuestros pensamientos para que jamás obedezcamos a la voluntad de Dios.

 

Cuál es la mejor manera de resistirlo y evitar sus astutos engaños?

La Biblia nos enseña diversas maneras para mantenernos firmes ante cualquier ataque satánico y para evitar ser tentados o seducidos por su engaño.  Las maneras bíblicas son las siguientes:

 

  • Viviendo bajo la voluntad del del Eterno, en comunión constante con Él. (Sal.121:7)

  • Conociendo y estudiando diariamente la Palabra de Yahve, para poder percatarnos cuando algo no marche en armonía con la voluntad del Padre. ( Pro.2:1-5; Neh.8:13; Da.9:2 ; Hch.17:11)

  • Orando en todo tiempo para no caer en tentación y teniendo plena confianza en Yeshua. (Marcos14:38; 1Tesalonicenses 5:17; Santiago 4:7). El apóstol Pedro en su 1ªCarta nos dice: Humillaos, pues, bajo la poderosa mano de Dios, para que él os exalte cuando fuere tiempo; echando toda vuestra ansiedad sobre él, porque él tiene cuidado de vosotros. Sed sobrios, y velad; porque vuestro adversario el diablo, como león rugiente, anda alrededor buscando a quien devorar; al cual resistid firmes en la fe, sabiendo que los mismos padecimientos se van cumpliendo en vuestros hermanos en todo el mundo. Mas el Dios de toda gracia, que nos llamó a su gloria eterna en Yeshua, después que hayáis padecido un poco de tiempo, él mismo os perfeccione, afirme, fortalezca y establezca. (1Pedro 5:6-10).

  • No dejarnos llevar por nuestro engañoso corazón y sus sentimientos, sino dirigirnos siempre como nuestro Padre nos indica. (Jer.17:9,10)

  • Cuando veamos cualquier tipo de engaño o tentación por parte del enemigo, debemos reprenderlo en el nombre de Yeshua y apartarnos en seguida de aquello con lo cual nos quiere engañar o tentar.  (Mr.16:17 ; Ge.39:12)

  • Debemos someternos al Eterno y resistir al diablo y él huirá de nosotros. (Snt.4:7)

  • No hay que darle tregua, debemos mantenernos siempre en unión con el Padre, amarlo sobre todas las cosas y a nuestro prójimo como a nosotros mismos. (Ef.4:27)

  • Mantener nuestro corazón siempre limpio y cuidarlo como a nuestro mayor tesoro, permitiendo que sea lleno del Espiritu Santo de Yahve. (Snt.3:14,15 ; Pr.4:23)

  • Por lo tanto, pongámonos la armadura de Elohim (Efesios 6:10-18) y jamás permitamos que nadie nos engañe con palabras vanas, pues la ira de Elohim viene sobre los hijos de desobediencia (Efesios 5:6). Debemos tener cuidado ya que Satanás hará lo posible por que seamos hijos desobedientes.

  • No pararnos ni un segundo a pensar o cuestionar cualquier mentira que nos percatemos por parte del  Diablo. Debemos aferrarnos con todas nuestras fuerzas a la Palabra de Dios y negar profundamente cualquier cosa que vaya en contra de la misma, por más atractiva o lógica que parezca.

 

Si tomamos estas medidas, con toda seguridad podremos hacer frente a las mentiras y los engaños contínuos que Satanás lanza contra nosotros, deseando atraparnos con sus poderosas garras. Pero tengamos muy seguro que todo aquel que permanezca en la fe y el amor de Yeshua, jamás podrá ser tocado por el maligno.

 

Que Elohim los guarde de todo mal y los guie eternamente con su luz admirable.

17 Julio 2014

Jamás debemos bajar la guardia, pues Satanás es muy astuto y hará lo posible por engañarnos, y para ello muy probablemente utilizará verdades aparentes, para convencer nuestro corazón por medio de los sentimientos que tanto nos traicionan.

 

Satanás es experto en manipular y tergiversar las cosas. Empleó las medias verdades para engañar a Eva. Como buen padre de la mentira (Juan 8:44), empleó toda su astucia para hacer tambalear la confianza que Eva tenía en su Creador. En primer lugar le dijo: “Con que Dios os ha dicho: No comáis de todo árbol del huerto?” (Génesis 3:1). Satanás sabía perfectamente que Dios no había dicho eso, sino que su mandamiento era: “De todo árbol del huerto podrás comer; mas del árbol de la ciencia del bien y del mal no comerás…” (Génesis 2:16,17). Eva por un instante se percató de que ese ser no estaba haciendo un comentario acertado y correcto y lo corrigió respondiéndole: “Del fruto de los árboles del huerto podemos comer; pero del fruto del árbol que está en medio del huerto dijo Dios: No comeréis de él, ni le tocaréis, para que no muráis” (Génesis 3:2,3). En ese instante, Satanás aprovechó la atención que le estaba prestando Eva para seguir con su mentira: “No moriréis; sino que sabe Dios que el día que comáis de él, serán abiertos vuestros ojos, y seréis como Dios, sabiendo el bien y el mal” (Génesis 3:4,5).

 

Puede Satanás decir verdades, siendo el padre de la mentira?

Efectivamente, podemos ver que Eva al comer del fruto no murió físicamente. Y efectivamente, podemos comprobar que al comer del fruto a Adán y Eva se le abrieron los ojos (Génesis 3:7).  También le recitó palabras de las Escrituras a Yeshua cuando lo quiso tentar (Mateo 4:1-11; Lucas 4:1-13). Pero éstas jamás fueron realmente verdades… fueron mentiras disfrazadas de verdad. Satanás jamás dirá una verdad absoluta puesto que la verdad es Cristo (Juan 14:6).  Yeshua mismo dijo de Satanás: “Él fue un homicida desde el principio, y no se ha mantenido en la verdad porque no hay verdad en él. Cuando habla mentira, habla de su propia naturaleza, porque es mentiroso y el padre de la mentira” (Juan 8:44) .

 

Cómo evitar los engaños de Satanás?

Por supuesto en primer lugar, no seguir el ejemplo de Eva, la cual le mostró atención, quiso hacerlo entender que estaba equivocado con su afirmación del Creador, y acabó cayendo en la trampa de la tentación diabólica. Si se le da un mínimo de tregua, podemos estar seguros que este ser es muy inteligente y es capaz de convencer a cualquiera que se deje importunar. Por eso, hay que cerrarse completamente a sus ataques y no permitirle la más mínima oportunidad de reivindicarse en nuestra vida ante ninguna situación ni circunstancia. De nuestra primera madre podemos aprender que nunca debemos darle la más mínima muestra de atención, sino más bien reprenderlo y protegernos bajo las alas del Altísimo. En esta entrada podéis ver cómo enfrentar dichos ataques según la Palabra de Dios. (PINCHAR AQUÍ PARA VER LA ENTRADA)

 

Con lo cual, estén siempre muy atentos y dirijan su vida con la mirada siempre puesta en Yeshua, y Él los guiará por los senderos de la verdad y la paz, y nos librará de todo tropiezo.  

 

11 Mayo 14

Lo primero que pensamos al leer el relato bíblico es que si Adan y Eva eran perfectos…. cómo pudieron pecar dos seres humanos perfectos?

 

La respuesta está en que la perfección no nos quita la libertad.

 

Aún siendo Eva perfecta, podía tener tentaciones porque eso viene dentro de la libertad que Dios nos concedió. Como bien ha quedado explicado en el post de ‘’Satanás, el gran seductor, tentador, y padre de la mentira ‘’ , Satanás fue creado bueno y perfecto y sin embargo se rebeló contra Dios al sentir la tentación del poder.

 

Nuestro Señor Yeshua HaMashiaj, siendo perfecto, también fue tentado por Satanás al igual que Adán y Eva, pero sin embargo no pecó (Mateo 4:1-11; Lucas 4:1-13). Debe quedar claro que ser tentado no es pecado, el pecado según la Biblia es trasgredir la ley de Yahvé.

 

Recordemos qué dice la Biblia al respecto:

 

No os ha sobrevenido ninguna tentación que no sea humana; pero fiel es Dios, que no os dejará ser tentados más de lo que podéis resistir, sino que dará también juntamente con la tentación la salida, para que podáis soportar.  (1Cor.10:13)

 

Cuando alguno es tentado, no diga que es tentado de parte de Dios; porque Dios no puede ser tentado por el mal, ni él tienta a nadie sino que cada uno es tentado, cuando de su propia concupiscencia es atraído y seducido. Entonces la concupiscencia, después que ha concebido, da a luz el pecado; y el pecado, siendo consumado, da a luz la muerte . (Santiago 1:13-15)

 

 

Eva tenía que decidir libre y voluntariamente entre obedecer a Dios, su Padre, su Creador, el Ser que le dio la vida y todas las cosas en todo su amor… o dejar nacer en su corazón sentimientos tan malos como la duda, el deseo de poder, la envidia, la desconfianza, la incredulidad,… Y desgraciadamente Eva decidió lo segundo. Nació en su corazón la curiosidad, la duda hacia su Creador… y decidió no obedecerlo. Permitió entrar en su corazón palabras que no procedían de la boca de Yahve, sino del enemigo, y esto la llevó a la desobediencia.

 

Jamás debemos prestar atención a ninguna palabra, ningún argumento, nada ajeno a la boca de Yahve, pues esto nos llevará siempre a la duda y nos hará debilitar nuestra fe en nuestro fiel y justo Creador. Debemos estar muy atentos, y no prestar jamás atención a todo aquello que nos digan otras personas o nuestro mismo corazón si no va acorde con la Biblia, pues todo aquello que no es Palabra de Dios, procede del engañador. Eva cayó en el error de escuchar y prestar atención a las palabras de Satanás, y este error costó caro.

 

Qué debía haber hecho Eva, y qué debemos hacer nosotros ante una tentación? Lo más inteligente por nuestra parte sería atender a la voz de Yahve, cuando en su Santísima Palabra nos dice:

 

Someteos, pues, a Dios; resistid al diablo, y huirá de vosotros. (Snt.4:7)

Porque no nos ha dado Dios espíritu de cobardía, sino de poder, de amor y de dominio propio. (2Tim.1:7)

 

Sin embargo, Eva se dejó convencer y ella misma convenció a Adán para que hiciera lo mismo que ella. Efectivamente, Eva incitó y tentó a Adán a pecar… (1Tim. 2:13,14) pero Adán era tan libre como Eva de escoger si quería pecar o al contrario, obedecer a su Creador.

 

Adán sabía lo que debía hacer, pues el mandamiento en un principio Dios se lo dio a él incluso antes de crear a Eva (Gé. 2:16,17). Adán conocía perfectamente la voluntad de Dios y las consecuencias de no obedecerlo.

 

Sin embargo, el amor a su esposa fue más fuerte que el amor a Dios y decidió caer en pecado con ella. Quizá vio que ella no había muerto al tomar del fruto como Dios había decretado, y pensó que las palabras diabólicas del enemigo eran ciertas cuando dijo ‘’positivamente no morireis’’, y también dudó de Dios.

 

No sabemos exactamente qué convenció a Adán ni qué pasó por su mente en ese instante para aceptar trasgredir la ley de Elohim, pero lo que queda claro es que decidió desobedecer voluntaria y conscientemente, y aunque en el mismo instante sus cuerpos un murieron, sí murieron espiritualmente (dejaron de estar en comunión directa con Yahve) y con el tiempo por supuesto sus cuerpos terminaron en la muerte. (Gé. 5:5)

8 Abril 2014

Satanás con mucha astucia, supo entrar en la mente de Eva diciéndole que Dios era un mentiroso que estaba engañándoles con respecto a quiénes podían llegar a ser si comían del fruto del árbol. Le dijo que a Dios no le interesaba que comieran del fruto para que no fueran como el mismísimo Dios.

 

La Biblia dice: ‘’Entonces la serpiente dijo a la mujer: ‘No moriréis, sino que sabe Dios que el día que comáis de él, serán abiertos vuestros ojos, y seréis como Dios, sabiendo el bien y el mal. (Génesis 3:1,4,5).

 

Entonces, sedujo con engaño a Eva, convenciéndola de que podía tener más poder y conocer cosas que supuestamente a Dios no le había convenido que conocieran.

 

Eva, consciente y libremente, dudó de su amoroso Creador, de Aquel quien les había dado todo, de Aquel con quien tenían confianza y comunicación personal ….y decidió creer en un ser desconocido que le prometía cosas en contra del Ser que les dio la vida.

 

En ese momento Eva decidió voluntariamente desobedecer la única norma que Dios le había impuesto (Génesis 3:6; 2Corintios 11:6). Y la transgresión de la ley es pecado (1Juan 3:4).

 

La duda nos lleva a desobedecer irremediablemente. Hay que tener plena confianza en Dios (Salmo 91:2 ; Hebreos 11:1-3), y él nos mantendrá fuertes ante las pruebas de esta vida.

 

Por eso, Santiago dice con claridad que aquel que duda no puede esperar nada del Señor.

 

Pero pida con fe, no dudando nada; porque el que duda es semejante a la onda del mar, que es arrastrada por el viento y echada de una parte a otra. 1:7 No piense, pues, quien tal haga, que recibirá cosa alguna del Señor. (Snt.1:6,7)

 

También nos destaca la Biblia que Abraham fue aprobado por Dios a causa de su fe, una fe que no se basaba en lo que veia sino en la obediencia, pues Yahve le prometió heredar la tierra prometida y en toda su vida terrenal Abraham no la heredó y sin embargo jamás dejó de confiar en el Eterno, esperando recibir la promesa. También demostró su fe al obedecer a Yahve cuando le dijo que saliera de su tierra en busca de la tierra que Él le habria de dar, y Abraham sin pensarlo obedeció. Al igual que confió completamente en el Señor cuando le dijo que iba a tener un hijo cuando ya era anciano él y su esposa Sara, como también aceptó sacrificar a su hijo sin pedir explicaciones al Altísimo. Ese es el tipo de fe que nuestro Padre y Creador quiere de nosotros, la fe de Abraham: una fe pura, íntegra, inmensamente grande hacia nuestro Salvador.

 

 

30 Marzo 2014

Ya sabemos por qué el pecado fue voluntario, consciente, y de libre decisión. Ahora bien... qué les incitó tan grandemente a pecar en contra de su Creador? Quién podría ser tan poderoso como para convencer a Eva, siendo perfecta?

 

Satanás (que significa Opositor, adversario, enemigo, acusador) fue el primer ser que bíblicamente conocemos que se rebeló contra Elohim. Este ser fue creado perfecto, bello y bueno. Antes de convertirse en Ha-Satan era un querubin puesto en uno de los mejores rangos, pues su función era proteger el trono de Elohim.

Pero como todos los seres que Yahve crea, tenía libertad de escoger (libre albedrío).

 

Y un día fue hallada maldad en su corazón. Comenzó a tener orgullo, enaltecimiento y envidia en su corazón, y ese sentimiento se fue haciendo cada vez mayor. Cada vez envidiaba más el poder de Yahve, y quería ser igual a Él, hasta que un día se rebeló abiertamente contra Yahve Elohim  y convenció a muchos ángeles de Elohim los cuales se unieron a él en esta rebelión (Ezequiel 28:12-19; Isaías 14:12-15; Apocalipsis 12:4).

 

Desde entonces, este ser maligno se dedica a acusar a los seres humanos ante el Eterno, para intentar demostrar que él no es el único capaz de rebelarse contra el Creador, y destruir la maravillosa obra de Elohim en la tierra. Satanás y sus huestes se dedican a tentar a los seres humanos para que desobedezcan al Todopoderoso y posteriormente acusarlos ante el Creador para así conseguir que el Eterno destruya aquello que ha creado con tanto amor. Yeshua dijo que el acusador sólo vino para robar, matar y destruir (Jn.10:10).

 

Este ser maligno fue el que tentó a los primeros seres humanos, a nuestros primeros padres terrenales, para destrozar la obra creada por Yahve.

 

Pero gracias a Yahve, que tenia preparado y trazado un plan perfecto para la redención de esta humanidad desde antes de caer en transgresion, sabiendo que caerian! Gracias a nuestro misericordioso y glorioso Creador, que antes de formar el mundo y lo que hay en él ya tenia al Cordero inmolado para enviarlo al cumplimiento del tiempo! Gracias a nuestro Omnisciente Yahve, que nos escogió desde antes de nacer para formar un sólo pueblo para Su Nombre, una nación santa, reino de reyes y sacerdotes!

 

Alabado sea nuestro El Shaddai!!!

27 Marzo 2014

Debemos tener muy en cuenta que Adán y Eva eran perfectos, por lo tanto podían decidir y escoger con toda conciencia, voluntad y libertad pecar o no pecar, podían decidir obedecer a Yahve de todo corazón y no quebrantar su única prohibición, o bien hacer todo lo contrario.

 

El Padre Celestial les dijo que si comían del árbol ciertamente morirían (Génesis 2:17). Nuestro misericordioso Creador les avisó de antemano qué decisión debían tomar porque Yahve Elohim quería lo mejor para ellos! Por qué entonces nuestros primeros padres decidieron desobedecer al Padre y Creador de todas las cosas, en lugar de ser obedientes y agradecidos y disfrutar eternamente de todo un enorme huerto que tenían repleto de frutos de todo tipo, animales que les hacían compañía, y la mismísima compañía de nuestro Elohim Soberano? (Génesis 3:8).

 

Por qué tuvieron que tomar precisamente del fruto del árbol que Elohim había prohibido? Tan difícil era para ellos obedecer a su generoso Padre y Creador con todo lo que tenían para escoger en el huerto de Edén?

 

Pues desgraciadamente, siendo una decisión tan aparentemente sencilla… decidieron libre y conscientemente desobedecer a Yahve, es decir, pecar (Génesis 3:6,7).

 

Muchas personas se atreven a emitir juicio en contra de Adan y Eva porque desobedecieron al Padre y el pecado recayó sobre nosotros los descendientes. Pero éste es un comportamiento incorrecto, por tres principales motivos:

 

  1. En primer lugar, es Elohim quien debe juzgar, nosotros sólo debemos tomar ejemplo de lo que no deberíamos hacer.

  2. En segundo lugar, si nuestro misericordioso, amoroso, y justo  Padre Celestial los perdonó, quién somos nosotros para emitir juicio en contra de nuestros primeros padres terrenales?

  3. Y en tercer lugar, debemos ser conscientes y reconocer que aunque seamos imperfectos y pecadores, ante Elohim esto no es excusa porque todavia tenemos la capacidad de escoger entre lo bueno y lo malo y sin embargo muchas veces por diversos motivos decidimos libre y conscientemente desobedecer a Elohim (pecar). Y quiénes creen que son los principales perjudicados cuando se desobedece al Altísimo? Así es: quien tiene hijos, el mayor perjuicio recae sobre ellos de la misma manera que el perjuicio de la desobediencia de Adan y Eva recayó sobre nosotros sus descendientes.

 

Muchas personas estarán autorespondiendo a esto: Y qué culpa tienen los hijos de la desobediencia de los padres?  En efecto, los hijos no tienen ninguna culpa, pero los padres son responsables de los hijos.

 

En consecuencia, la pregunta sería: ¿Qué culpa tiene nuestro misericordoso Padre de que el ser humano no desee cumplir las normas de moralidad que Él nos manda? Con lo cual, jamás se le debe echar la culpa al Altísimo cuando los hijos son perjudicados por la desobediencia de los padres. El Eterno nos avisa de antemano de estas consecuencias, y nosotros decidimos qué deseamos hacer bajo nuestra propia responsabilidad y con nuestro derecho a ejercer nuestro libre albedrio... pero luego no podemos pedirle cuentas al Todopoderoso por la protección de los hijos si nosotros no hacemos lo posible por protegerlos con nuestro modo de vivir y nuestra obediencia a nuestro Sabio Padre Celestial.

 

Si nuestro Creador nos pone normas, no es por prohibirnos nada que nos pueda beneficiar, sino por alertarnos ante las consecuencias que hay cuando no nos regimos por unas minimas normas de moralidad. Elohim en su infinita sabiduría sabe lo que nos conviene para no autodestruirnos a nosotros mismos y nuestras generaciones y desea evitarnos este sufrimiento. Pero el ser humano es tan terco que quiere siempre guiarse por su propio pensamiento... entonces irremediablemente falla y vienen las consecuencias de las decisiones erróneas o rebeldes.

 

Con lo cual, es completamente responsabilidad de cada padre y madre vivir en santidad bajo la voluntad del Altísimo y que su hijo sea criado bajo la Palabra de Yahvé, para que pueda vivir bajo la protección del Altísimo.

 

Si meditamos todo esto con detenimiento y discernimiento, nos damos cuenta de que nosotros no somos ni mejores, ni menos responsables que nuestros primeros padres a la hora de decidir obedecer al Padre, o por el contrario, dejarnos tentar por el enemigo como hicieron nuestros primeros padres terrenales.

 

Nuestro paciente Padre Celestial Yahve nos sigue avisando al igual que a ellos: si nos alimentamos espiritualmente de los frutos prohibidos (las obras de la carne) moriremos.

 

Y manifiestas son las obras de la carne, que son: adulterio, fornicación, inmundicia, lascivia, 20 idolatría, hechicerías, enemistades, pleitos, celos, iras, contiendas, disensiones, herejías, 21 envidias, homicidios, borracheras, orgías, y cosas semejantes a estas; acerca de las cuales os amonesto, como ya os lo he dicho antes, que los que practican tales cosas no heredarán el reino de Elohim. (Gal.5:19-21)

 

Sin embargo todavía hoy nos permite que comamos todo el fruto que queramos siempre y cuando sea el que Él nos permite y el que está bajo su aprobación (los frutos del Espiritu). Como se puede ver en el v.23 dice claramente que contra tales cosas no hay ley. Es decir, que podemos alimentarnos todo lo que queramos de estos frutos,  repartirlos y compartirlos para bendición de quienes nos rodean. Eva sin embargo, el fruto que compartió con su esposo Adán era prohibido, un fruto de avaricia, duda, desobediencia..., en lugar de compartir todos los buenos frutos que ya Elohim les habia dado al crearlos.

 

22 Mas el fruto del Espíritu es amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe, 23 mansedumbre, templanza; contra tales cosas no hay ley.  (Gál.5:19-23)

 

Por último, para resaltar la responsabilidad de los padres sobre los hijos, citaré estos versículos de las Santas Escrituras:

 

Y esas palabras que yo te mando hoy, estarán sobre tu corazón; y las repetirás a tus hijos, y hablarás de ellas estando en tu casa, y andando por el camino, y al acostarte, y cuando te levante. (Dt.6:6,7)

 

13 Y si una mujer tiene marido que no sea creyente, y él consiente en vivir con ella, no lo abandone. 14 Porque el marido incrédulo es santificado en la mujer, y la mujer incrédula en el marido; pues de otra manera vuestros hijos serían inmundos, mientras que ahora son santos.  (1Cor.7:13,14)

 

Por supuesto, hay muchos más versiculos biblicos que tratan de la responsabilidad de los padres sobre los hijos, pero únicamente meditando en estos dos versículos citados ya se puede observar que las decisiones de los padres siempre tienen consecuencia sobre los hijos.

 

Por supuesto, cuando esos hijos crezcan, pueden aceptar la salvación que Yeshua ofrece y obtener la bendición del Padre en sus vidas, pero mientras son pequeños siempre estarán expuestos a la responsabilidad de los padres, de la misma manera que Adan y Eva eran responsables de sus descendientes.

 

Por lo tanto, tengan mucho cuidado con la práctica del pecado voluntario, libre y consciente, pues el ser humano continúa cometiendo el mismo pecado que cometieron nuestros primeros padres: Sigue obedeciendo a la tentación de Ha-Satan, escuchando sus engañosas palabras que  intentan convencer para que el ser humano caiga en pecado. Y la paga del pecado es muerte, más la dádiva de Elohim es la vida eterna EN YESHUA EL MESIAS , SEÑOR NUESTRO. (Ro.6:23)

 

Sólo Yeshua nos libra del pecado, pero ésto no nos da libertad para pecar deliberadamente. Recuerden, Ha-Satan puede tentar, pero él no puede empujar a nadie a caer en pecado (Gé.4:7). Nuestro paciente Padre Celestial siempre nos da una salida para resistir esa tentación y fortalecer nuestro espíritu (1Cor.10:13). Yahve aborrece el pecado (1Cor.6:9,10 ; Is.61:8).

 

Yahve nos guarde de toda tentación y de todo mal, en el nombre de Yeshua!

21 Marzo 2014

Yahvé puso al primer ser humano perfecto como gobernante de la Tierra y puso bajo su cuidado a los animales, naturaleza y todo lo que le rodeaba (Génesis 1:28). La única condición para que la relación del ser humano con Elohim fuera inquebrantable y perfecta, era la obediencia a su Creador. Y para que exista la verdadera obediencia, es necesario que exista algún mandamiento. Por lo tanto, el Eterno les dio un único mandamiento a Adán y Eva: ‘’De todo árbol del huerto podrás comer; mas del árbol de la ciencia del bien y del mal no comerás; porque el día que de él comieres, ciertamente morirás’’ (Génesis.2:16,17).

 

Por qué el Todopoderoso decidió poner esta prohibición? Si no quería que hubiera maldad en el mundo, por qué Elohim puso éste árbol en medio del huerto? (Génesis 2:9).

 

Ante todo, nuestro Padre Celestial exige obediencia por parte de sus hijos. Por otra parte, Yahvé es omnisciente (todo lo sabe de antemano: Isaias 46:9-11; Salmo 139:1-4; Isaías 42:9; Juan 13:19; Job 42:1,2) y por lo tanto nuestro Creador sabía que el ser humano iba a pecar. Pero dentro de Su enorme justicia, Yahvé tuvo que permitir que el ser humano decidiera por sí mismo lo que quería hacer y por Su perfecta justicia no intervino en la decisión humana puesto que quebrantaría la libertad que él concedió.

21 Marzo 2014

Nuestro Padre y Creador nunca quiso que esto ocurriera, pero él creó al ser humano a su semejanza y por lo tanto con libre albedrío (Deuteronomio 30:19,20; 2Corintios 3:17).

 

Si Yahvé en algún momento hubiera intervenido en la decisión de Adán y Eva, los habría privado del derecho de libertad que les concedió, algo que Yahvé en su sabiduría, amor, y justicia, respeta por completo.

 

Él desea seres humanos libres que lo amen con sinceridad y que ese gran amor los lleve a desear servirlo con gozo en su corazón, no seres humanos interesados y obligados a cumplir sus normas con un objetivo personal e interesado (Jeremías 24:7).

 

Cuando actuamos bajo la voluntad de nuestro Padre Celestial, nos damos cuenta de que sus mandamientos no son gravosos sino completamente beneficiosos para nuestra vida. Además un gozo obedecerlos puesto que estamos en comunión y paz con nuestro Creador y por lo tanto somos bendecidos.

 

Pero esto es algo que debemos experimentar por voluntad y decisión propia y con sinceridad de corazón hacia el Altísimo. Él no quiere nuestros sacrificios, sino nuestro corazón arrepentido, contrito y humillado. Desea que lo amemos con todo nuestro corazón, nuestra mente y nuestra alma. Desea que depositemos nuestra fe y nos apoyemos plenamente en Él, sin dudar aunque no comprendamos muchas cosas, sabiendo que Él es infinitamente Sabio y Todopoderoso.

 

De otra manera, tenemos libertad para escoger entre lo bueno o lo malo, pero nuestro Elohim ya nos avisa de antemano de las consecuencias de desobedecer sus normas morales. Irremediablemente nos autodestruimos, porque vamos en contra de la naturaleza con la cual nuestro Elohim nos creó: su propia imagen y semejanza. Aún así, el Eterno deja en nuestras manos la decisión, y muchas veces tiene que permitir el pecado para no violar la libertad que nos dio desde la creacion de nuestros primeros padres.

21 Marzo 2014

Todos nacemos inclinados al pecado, somos malos por naturaleza. Pero es una historia muy larga, una historia fundada en el principio de la existencia humana. Al principio, Yahvé Elohim creó a dos primeros seres humanos a su imagen y semejanza, perfectos (Génesis 1:26,27,31).

 

El Altísimo llamó al hombre Adán, y Adán llamó a la mujer Eva. Cuando pecaron, cayó sobre la tierra la maldición del pecado y desde entonces es una herencia que ha ido pasando de padres a hijos sobre toda la humanidad (Génesis 3: 16-19).

 

El pecado es una enfermedad genética que nos corrompe, y esta enfermedad no tendría cura si el mismo Sabio Creador que nos impuso esta enfermedad como consecuencia de la desobediencia humana, no nos hubiera proporcionado también la medicina para curarla.

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Cuestiones Básicas Bíblicas

Se necesita comprender la base bíblica para poder profundizar en la sana doctrina bíblica.

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