top of page

El pecado voluntario, consciente, y libre de Adán y Eva

27 Marzo 2014

Debemos tener muy en cuenta que Adán y Eva eran perfectos, por lo tanto podían decidir y escoger con toda conciencia, voluntad y libertad pecar o no pecar, podían decidir obedecer a Yahve de todo corazón y no quebrantar su única prohibición, o bien hacer todo lo contrario.

 

El Padre Celestial les dijo que si comían del árbol ciertamente morirían (Génesis 2:17). Nuestro misericordioso Creador les avisó de antemano qué decisión debían tomar porque Yahve Elohim quería lo mejor para ellos! Por qué entonces nuestros primeros padres decidieron desobedecer al Padre y Creador de todas las cosas, en lugar de ser obedientes y agradecidos y disfrutar eternamente de todo un enorme huerto que tenían repleto de frutos de todo tipo, animales que les hacían compañía, y la mismísima compañía de nuestro Elohim Soberano? (Génesis 3:8).

 

Por qué tuvieron que tomar precisamente del fruto del árbol que Elohim había prohibido? Tan difícil era para ellos obedecer a su generoso Padre y Creador con todo lo que tenían para escoger en el huerto de Edén?

 

Pues desgraciadamente, siendo una decisión tan aparentemente sencilla… decidieron libre y conscientemente desobedecer a Yahve, es decir, pecar (Génesis 3:6,7).

 

Muchas personas se atreven a emitir juicio en contra de Adan y Eva porque desobedecieron al Padre y el pecado recayó sobre nosotros los descendientes. Pero éste es un comportamiento incorrecto, por tres principales motivos:

 

  1. En primer lugar, es Elohim quien debe juzgar, nosotros sólo debemos tomar ejemplo de lo que no deberíamos hacer.

  2. En segundo lugar, si nuestro misericordioso, amoroso, y justo  Padre Celestial los perdonó, quién somos nosotros para emitir juicio en contra de nuestros primeros padres terrenales?

  3. Y en tercer lugar, debemos ser conscientes y reconocer que aunque seamos imperfectos y pecadores, ante Elohim esto no es excusa porque todavia tenemos la capacidad de escoger entre lo bueno y lo malo y sin embargo muchas veces por diversos motivos decidimos libre y conscientemente desobedecer a Elohim (pecar). Y quiénes creen que son los principales perjudicados cuando se desobedece al Altísimo? Así es: quien tiene hijos, el mayor perjuicio recae sobre ellos de la misma manera que el perjuicio de la desobediencia de Adan y Eva recayó sobre nosotros sus descendientes.

 

Muchas personas estarán autorespondiendo a esto: Y qué culpa tienen los hijos de la desobediencia de los padres?  En efecto, los hijos no tienen ninguna culpa, pero los padres son responsables de los hijos.

 

En consecuencia, la pregunta sería: ¿Qué culpa tiene nuestro misericordoso Padre de que el ser humano no desee cumplir las normas de moralidad que Él nos manda? Con lo cual, jamás se le debe echar la culpa al Altísimo cuando los hijos son perjudicados por la desobediencia de los padres. El Eterno nos avisa de antemano de estas consecuencias, y nosotros decidimos qué deseamos hacer bajo nuestra propia responsabilidad y con nuestro derecho a ejercer nuestro libre albedrio... pero luego no podemos pedirle cuentas al Todopoderoso por la protección de los hijos si nosotros no hacemos lo posible por protegerlos con nuestro modo de vivir y nuestra obediencia a nuestro Sabio Padre Celestial.

 

Si nuestro Creador nos pone normas, no es por prohibirnos nada que nos pueda beneficiar, sino por alertarnos ante las consecuencias que hay cuando no nos regimos por unas minimas normas de moralidad. Elohim en su infinita sabiduría sabe lo que nos conviene para no autodestruirnos a nosotros mismos y nuestras generaciones y desea evitarnos este sufrimiento. Pero el ser humano es tan terco que quiere siempre guiarse por su propio pensamiento... entonces irremediablemente falla y vienen las consecuencias de las decisiones erróneas o rebeldes.

 

Con lo cual, es completamente responsabilidad de cada padre y madre vivir en santidad bajo la voluntad del Altísimo y que su hijo sea criado bajo la Palabra de Yahvé, para que pueda vivir bajo la protección del Altísimo.

 

Si meditamos todo esto con detenimiento y discernimiento, nos damos cuenta de que nosotros no somos ni mejores, ni menos responsables que nuestros primeros padres a la hora de decidir obedecer al Padre, o por el contrario, dejarnos tentar por el enemigo como hicieron nuestros primeros padres terrenales.

 

Nuestro paciente Padre Celestial Yahve nos sigue avisando al igual que a ellos: si nos alimentamos espiritualmente de los frutos prohibidos (las obras de la carne) moriremos.

 

Y manifiestas son las obras de la carne, que son: adulterio, fornicación, inmundicia, lascivia, 20 idolatría, hechicerías, enemistades, pleitos, celos, iras, contiendas, disensiones, herejías, 21 envidias, homicidios, borracheras, orgías, y cosas semejantes a estas; acerca de las cuales os amonesto, como ya os lo he dicho antes, que los que practican tales cosas no heredarán el reino de Elohim. (Gal.5:19-21)

 

Sin embargo todavía hoy nos permite que comamos todo el fruto que queramos siempre y cuando sea el que Él nos permite y el que está bajo su aprobación (los frutos del Espiritu). Como se puede ver en el v.23 dice claramente que contra tales cosas no hay ley. Es decir, que podemos alimentarnos todo lo que queramos de estos frutos,  repartirlos y compartirlos para bendición de quienes nos rodean. Eva sin embargo, el fruto que compartió con su esposo Adán era prohibido, un fruto de avaricia, duda, desobediencia..., en lugar de compartir todos los buenos frutos que ya Elohim les habia dado al crearlos.

 

22 Mas el fruto del Espíritu es amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe, 23 mansedumbre, templanza; contra tales cosas no hay ley.  (Gál.5:19-23)

 

Por último, para resaltar la responsabilidad de los padres sobre los hijos, citaré estos versículos de las Santas Escrituras:

 

Y esas palabras que yo te mando hoy, estarán sobre tu corazón; y las repetirás a tus hijos, y hablarás de ellas estando en tu casa, y andando por el camino, y al acostarte, y cuando te levante. (Dt.6:6,7)

 

13 Y si una mujer tiene marido que no sea creyente, y él consiente en vivir con ella, no lo abandone. 14 Porque el marido incrédulo es santificado en la mujer, y la mujer incrédula en el marido; pues de otra manera vuestros hijos serían inmundos, mientras que ahora son santos.  (1Cor.7:13,14)

 

Por supuesto, hay muchos más versiculos biblicos que tratan de la responsabilidad de los padres sobre los hijos, pero únicamente meditando en estos dos versículos citados ya se puede observar que las decisiones de los padres siempre tienen consecuencia sobre los hijos.

 

Por supuesto, cuando esos hijos crezcan, pueden aceptar la salvación que Yeshua ofrece y obtener la bendición del Padre en sus vidas, pero mientras son pequeños siempre estarán expuestos a la responsabilidad de los padres, de la misma manera que Adan y Eva eran responsables de sus descendientes.

 

Por lo tanto, tengan mucho cuidado con la práctica del pecado voluntario, libre y consciente, pues el ser humano continúa cometiendo el mismo pecado que cometieron nuestros primeros padres: Sigue obedeciendo a la tentación de Ha-Satan, escuchando sus engañosas palabras que  intentan convencer para que el ser humano caiga en pecado. Y la paga del pecado es muerte, más la dádiva de Elohim es la vida eterna EN YESHUA EL MESIAS , SEÑOR NUESTRO. (Ro.6:23)

 

Sólo Yeshua nos libra del pecado, pero ésto no nos da libertad para pecar deliberadamente. Recuerden, Ha-Satan puede tentar, pero él no puede empujar a nadie a caer en pecado (Gé.4:7). Nuestro paciente Padre Celestial siempre nos da una salida para resistir esa tentación y fortalecer nuestro espíritu (1Cor.10:13). Yahve aborrece el pecado (1Cor.6:9,10 ; Is.61:8).

 

Yahve nos guarde de toda tentación y de todo mal, en el nombre de Yeshua!

Please reload

Publicaciones Destacadas

Últimas Publicaciones

Please reload

bottom of page